Trabajar en la construcción puede ser un trabajo para algunas personas, pero para Luis Licón es mucho más que eso. Nacido y criado en El Paso, a Luis siempre le gustó trabajar con las manos; amaba construir Legos y todavía lo hace. Quería que su carrera se pareciera a lo que disfrutó cuando era niño, y después de hablar con su familia, la elección fue simple.
“Mi papá y mi hermano son ingenieros. Después de hablar con ambos, supe que la ingeniería y la construcción eran algo que me llenaría de esos placeres de la vida”, dijo Luis.
Después de graduarse de la Escuela Secundaria Cathedral en El Paso, Luis se mudó a Milwaukee, Wisconsin, para asistir a la Universidad de Marquette. Se especializó en ingeniería civil y formó parte de un programa cooperativo en la escuela, donde alternaba semestres entre el trabajo académico y el trabajo a tiempo completo.
Comenzó a solicitar pasantías, buscando una empresa con vacantes en su estado natal de Texas. En una feria de carreras del campus, Luis conoció a un contratista con una vacante en Dallas. Se graduó de Marquette y completó una pasantía con el contratista.
Luego, Luis recibió una oferta de la empresa para trabajar para ellos en Atlanta. Eligió quedarse más cerca de casa uniéndose a una compañía diferente en San Antonio como ingeniero de proyectos y regresó al oeste de Texas después de dos años.
Su hermano y su hermana encontraron trabajo en El Paso, por lo que fue una decisión fácil para Luis cuando lo contrataron para trabajar en un proyecto de hospital de mil millones de dólares en la ciudad.
“Crecí en una familia muy unida y lo echaba de menos después de estar tanto tiempo fuera. El Paso, para mí, es mi hogar, y regresar tenía sentido. La comunidad tiene un ambiente muy familiar”, dijo Luis.
Después de completar el proyecto, se enteró de que la empresa en la que se encontraba actualmente no se quedaría en El Paso. Ese mismo día, recibió una llamada telefónica del director del proyecto, Joe Riccillo, quien le ofreció un trabajo en Sundt.
“Luis tiene un verdadero impulso y pasión por su trabajo, y sabía que sería un gran activo en el campo y parte de la familia Sundt durante mucho tiempo”, dijo Joe. “Tener en nuestro equipo a personas que han crecido en El Paso es fundamental. Las personas como Luis no hacen su trabajo solo porque es un trabajo, sino porque realmente se preocupan por la ciudad y la gente”.
Aceptó la oferta de trabajo de Joe, emocionado de retribuir a la ciudad donde creció. “El Paso tiene una sensación de ciudad pequeña, con grandes personas que la mejoran constantemente. Quería ser parte de esa mejora y qué mejor manera de ayudar que seguir construyendo”, agregó Luis.
El mes pasado se cumplieron tres años desde que Luis se unió por primera vez a Sundt. Durante ese tiempo, se enamoró de Sundt no solo por poder quedarse en su ciudad natal, sino también por la gente y la estructura de la empresa. “La gente con la que trabajo se ha convertido en buenos amigos”, dijo Luis. “Creo que la forma en que todos están dispuestos a ayudar con cualquier cosa es lo que diferencia a Sundt de otras empresas”.
Luis siempre se ha fijado metas altas para sí mismo y para su carrera, pero su objetivo principal es continuar ayudando a crecer a Sundt en El Paso. “Subir de rango a director de proyecto o ejecutivo es un objetivo profesional”, dijo Luis. “Sin embargo, estoy dispuesto a adaptarme a cualquier situación para el crecimiento de Sundt El Paso”.
Luis cree que gran parte del éxito de su carrera se debe al programa cooperativo en Marquette. Le facilitó encontrar trabajos y hacer conexiones, lo que lo colocó en un gran camino. Después de vivir en tantos lugares diferentes y trabajar en El Paso durante los últimos seis años, Luis sabe que El Paso es su hogar y lo que está construyendo en Sundt hará que su ciudad natal sea aún más especial.
“Sundt está bien establecida en El Paso, y aquí es donde quiero estar. Mis colegas son típicos habitantes de El Paso: trabajadores, afectuosos y orientados a la familia, y estamos construyendo algo especial aquí”, dijo Luis.
